
En el baloncesto y más en el nuestro pasa más o menos lo mismo, y está claro que yo no soy ninguna excepción aunque creo que con el paso del tiempo me voy quejando mucho más de lo que lo hacía antes, la diferencia es que antes se me veía más y seguramente se me oía menos.



Oscar Quintana apostó por sentar en el banquillo al alero del filial Adrián Méndez, que por cierto no jugó, y no sopesó la opción de poder contar con el joven Juan Ballesta, uno de los bases del equipo EBA que hasta la fecha está siendo el mejor en esa posición. Supongo que Oscar aprovechó la ocasión para dar minutos a Servera para poder evaluar sus opciones y creo que todos los que fuimos al partido salimos del Palacio teniendo las ideas claras de que este equipo necesita a Joe Ragland de forma urgente.

Luego entre los unos y los otros, los unos por hacer lo que les da la gana y los otros por permitirlo, no he podido contar con todos los jugadores del grupo en alguna de las dos sesiones porque debían jugar en categoría superior con sus respectivos clubes sin respetar para nada lo que se había planificado hace semanas, menos mal que no hemos hecho ninguna concentración estos días porque siento curiosidad que hubiese pasado entonces.

Termino esta primera entrada de noviembre con una canción muy buena y muy actual de Alejandro Sanz, el tema se llama No Me Compares y dice cosas muy interesantes. Pues eso, no me compares que no vale la pena perder el tiempo.