
Estamos pasando tal momento de desasosiego generalizado que parece que lo que iba a pasar en un par de años se ha estabilizado con nosotros y aquellos imaginarios brotes verdes que vio algún "fumado" del gobierno anterior, se lo han terminado de fumar, que aunque haya sido de manera imaginaria les ha afectado gravemente, los del actual gobierno.
Está claro que unos mataron a la gallina de los huevos de oro y los otros se comieron los huevos en unas tortillas que además les han salido quemadas y algunos, los menos, hasta parece que van a la cárcel aunque sea por una horas.


Mi juventud me permitió vivir los últimos años de Franco en el poder, ya estaba en mi segundo año de universidad cuando murió el que era por entonces único responsable de su propio gobierno. De entonces, noviembre de 1975, a día de hoy, mayo del 2013, han pasado la friolera de casi 38 años y empiezo a sospechar que si que hemos mejorado en muchas cosas que van desde la libertad individual hasta la colectiva, evidentemente ya con eso valió la pena el cambio, pero hay otras cosas en las que nuestra actual clase política, por llamarla de alguna manera, está dejando en mantillas a la tan temida y denostada época del franquismo más recalcitrante. Que pena y que asco que se me tenga que ocurrir esta comparación.

Siempre digo que en España tenemos lo que nos merecemos, pero me parece que esto está yendo mucho más lejos de nuestros merecimientos, no creo que por culpa de nuestro arraigo a las fiestas y a las panderetas nos merezcamos tanto castigo en forma de políticos, banqueros y otros chorizos de menor tamaño, que tratan de hacer de nuestras vidas un auténtico sinvivir.
El baloncesto es, al menos para mi, la principal vía de escape de todo eso malo que sucede a nuestro alrededor y soy muy consciente de que hay cosas que no me gustan ni entiendo que están muy intrínsecas en nuestro deporte y en quien lo dirige, tanto a nivel federativo como incluso a nivel profesional, pero me resisto a decaer en el intento de hacer cosas por mejorar nuestro día a día aunque esté muy lejos de grandes logros o por lo menos eso parecen.
Es curioso como se mueve nuestro baloncesto a nivel federativo, por ejemplo, en la resolución de problemas que nos pueden atañer a cualquiera. Cuando escribo a cualquiera lo digo sabiendo muy bien lo que escribo, pues si el problema de los jugadores "jóvenes" extranjeros, cuidado que no digo africanos, parece que no tiene la menor importancia para algunos habría que ponerse en la piel de esos padres que a base de sacrificio logran que sus hijos jueguen al baloncesto organizado y que por tres o cuatro años de diferencia, que al final para algunos no tiene la menor importancia, ven como sus hijos pierden la ilusión por un deporte que a ellos les ayudó a ser mejores personas.


Me parece alucinante que haya en el paro buenos entrenadores, que además son buena gente, mientras inútiles y "bienquedas" que se reparten unos pasteles que son incapaces de comer. Y así un montón de cosas que se van sumando y que aunque no me haga alinearme con nadie ni contra nadie, empiezo a entender algunas voces mayores disonantes en torno a nuestro baloncesto.



Como parece que al final me he decidido a publicarlo relajo el ambiente con una canción que me gusta mucho y que además fue la sintonía de uno de los mejores anuncios sobre nuestro deporte en USA, se trata de Drew Holcomb & The Neighbors y su Live Forever, que es algo así como Vive por siempre en la voz de Drew y sus vecinos, espero que les guste tanto como a mi.